Aun recuerdo como me temblaron las piernas después de esa, mi primera paja, y cómo todo empezaba a cambiar en mi cabeza, muchas preguntas asaltaban mi cabeza luego de ver como Ignacio, ese estupido imbecil que nunca soporte, llamaba “putita” y como ella se atragantaba con la tranca del imbécil, ya un tanto mas repuesto, busque la toalla, me envolví con ella a penas, puesto que por mi tamaño yo ocupaba toallas más grandes de lo usual, pero en ese baño no tenía ni una de estas a mano.
ya sujetando la toalla con las manos, salí del baño dirigiéndome a mi pieza, y algo contrariado por todo, ya nada era igual, y ni hablar del placer sexual que me había dado yo mismo rememorando el ver a mi hermana follando con su novio.
cuando voy entrando a mi pieza fue cuando escuche la voz de mi hermana, y sentí que alguien me quitaba la toalla y salió corriendo.
Sofia: ¡IGNACIO!!! CUÁNTAS VECES TE HE DICHO QUE A MI HERMANO NO LO MOLESTES PENDEJO DE MIERDA!!! LÁRGATE DE MI CASA!!! AHORA!!!
el tono de voz de mi hermana era digno de Vigo, o de alguna encarnación del mal en el mundo del cine, yo quede a penas tapandome con mis manos, Ignacio ni se molestó en mirar hacia atras, salio corriendo y al poco tiempo sentí como su auto se alejaba, mientras en mi cabeza maldecía a ese imbecil, cualquier otro hubiese pensado en ese momento en partirle la cabeza, pero por como me criaron yo no, mas no esperaba lo que mi hermana me decia mientras recogia la toalla y me arropaba de la cintura para abajo con ella
Sofia: Aaaay hermanito, creo que tienes que empezar a defenderte y hacerte respetar… déjame que te….
por un momento su respiración se detuvo, en el momento no tenía idea el por qué, por que era un inocente imbécil de proporciones bíblicas, tras un parpadeo fuerte, termino de poner las puntas de la toalla en mis manos y continuó con sus palabras para mi persona.
Sofia: listo… antes que te vistas, escuchame algo, ya viene siendo tiempo que te defiendas, que aprendas que a veces no tienes que permitir que te humillen, yo no estaré ahí siempre para defenderte mi grandulón.
Fue al escuchar esas dos palabras “mi grandulón” que los celos volvieron, porque hace momentos le daba mi título a ese imbécil mientras le metía pijazos en la concha como una bestia.
yo: no quiero que me llames más así…
Sofía: ¿cómo? grand… pero si tu eres mi grandulón, no seas tontito, aparte yo soy tu hermana mayor, eso me da el derecho a llamarte como se me venga en gana, y tu eres mi grandulón precioso enti…
no le permití terminar sus palabras cuando interrumpí de golpe.
Yo: y que grandulón es ignacio? él también es tu grandulón cierto? o es que todos son tus grandulones??
y sin darle tiempo a la respuesta me encerré en la pieza, no tenía la cara para verla luego de haberle respondido así, le había dicho, sin decirle, que la había escuchado follar, y quizás también que era una puta, tal y como Ignacio la había llamado mientras cogían.
la cena esa noche fue lo más desagradable que se podía llegar a imaginar, mi madre nos terminó regañando a ambos, porque primero yo no quería cenar, pero mi madre me llevó casi que a las malas a la mesa, y luego vino una discusión con mi hermana, donde escuche como ella lloró y mi madre trataba de calmarla, finalmente llegó a la mesa con sus ojos hinchados, había llorado por bastante tiempo, tras verla llegar comí en silencio y mirando el plato solamente, tras terminar agradeci la comida, retire mi plato y me fui a mi pieza mientras escuchaba como mi hermana no podía contener su llanto, y mi madre nuevamente trataba de calmarla y contenerla.
pasaron los días y sentía a mi hermana más lejana que nunca, en el colegio ya no la veia por ningun lado, esto ocasionó que mis bullies volvieran al ataque, sobre todo siendo uno de ellos el hermano de Ignacio, llamado Fabian, otro imbecil que no conoció el ácido fólico ni de nombre, ya era una rutina, me molestaban, me golpeaban un poco, yo huía, y el se sentía victorioso y todos celebraban.
Ignacio no aparecio mas por mi casa, si llegaba a aparecer, esperaba en su auto a que mi hermana saliera y se iban, de seguro a follar como animales y mi hermana a ser su puta en algún otro lugar por que en mi casa ya no se podía al estar yo presente, algo en mi se arrepentía de haberle respondido en su momento a mi hermana quedando al descubierto que había sido testigo de como cogian, basicamente por que no podía ver a mi hermana en esa faceta nuevamente, y queria verla asi, poco y nada contaba el que fuese Ignacio quien se la cogia, yo quería verla nuevamente.
fue un dia martes, que el cara gorda de fabián llegó haciendo alarde en su grupo de amigos (mis bullies) que traía un tesoro, entre clases se juntaron todos atrás y comenzaron a reír y cuchichear, yo estaba terminando una tarea en mi puesto cuando de repente me ponen una tela en la nariz sujetándome la cabeza
Fabian: AQUÍ TIENES IMBÉCIL!!! CÓMO SE SIENTE EL OLOR DE LA CONCHA DE TU HERMANA!!!
yo aun no caia en que era lo que decia, hasta que logre tirar un par de manotazos safandome de su agarre y quedando con el trapo en las manos, y percatandome que eran una tanga color negro, todos se reian de mi, y aunque eran menos de 10, yo sentia como si fuese toda la hinchada de un gran equipo de futbol en estadio lleno.
Fabián: Y NO SOLO EL OLOR DE LA CONCHA DE LA PUTA QUE TIENES COMO HERMANA, TAMBIÉN ES DEL LECHAZO QUE LE PUSO MI HERMANO EN SU AUTO!!
yo miraba congelado la tanga qué me había refregado en la cara, tenía manchas blanquecinas, ¿realmente habrá tenido fluidos de mi hermana y de ese imbécil?
Fabian: mi hermano se coge a la putita de tu hermana en su auto, el me cuenta que le ha dado hasta por la colita, ya me imagino como le han de haber abierto el ojete, y ni hablar de como lo ha de chupar esa zorra!!!
todos reían al son de las palabras de Fabián mientras él hacía gesticulaciones de acuerdo a lo que relataba, mis orejas ya estaban calentando, mis manos temblaban, la impotencia y la humillación estaba haciéndome mierda por dentro.
Fabián: ¿se imaginan como folla esta puta?,pues yo si, y me la he cascado un montón de veces con como mi hermano dice que se la puso, pero hay algo que me te quiero preguntar tontobal
así hacía burla de mi nombre y mi tamaño, llamándome Tontobal, pero yo al menos llevaba mis colegiatura al día, el si lograba pasar de curso, era por los cheques que su padre daba al director.
Fabian: ¿tu madre es igual de putita? ¿Quién está cogiendose a esa zorra?
eso había sido suficiente para mi, en ese momento reaccione y empuje a todos, tirándome de lleno contra Fabián, quien se comio una cachetada de mi parte que lo dio vuelta y antes de caer al suelo yo estaba encima de el dandole mas golpes a mano abierta, y es que no sabía pelear, era la primera ocasión en que levantaba la mano para defenderme.
Fabian estaba pidiendo ayuda, pero ninguno de sus “amigos” se metia, y el se estaba comiendo tremenda ensalada de manotazos, de pronto saltó sangre, pero en el momento no me percate, ya le había roto la jeta y el imbécil ya estaba llorando, cuando escuche la voz de mi hermana gritando mi nombre desde la puerta de la sala de clases
Sofia: ¡CRISTOBAL DETENTE!!! PARA QUE LO MATAS!!!!
Y en ese momento me percate de toda la escena, mis manos tenían sangre, poca, no era como para película, mal que mal era una pelea de niños, pese a mi tamaño, quizás y si hubiese sabido pelear otra habría sido la historia, sentí olor a mierda, y automáticamente me agarre el culo, no, no era yo, mi hermana gritaba, yo no escuchaba nada, era como si tras darme cuenta de lo que hacía todo hubiese quedado en “mute”, no, yo no era el del olor, era Fabian, en la golpiza el imbécil se había cagado al parecer, y ahora todos empezaban a darse cuenta de ello.
Sofia: ¡FABIAN SE CAGO!!
de los que estaban en la sala varios salieron corriendo, supongo que para divulgar las nuevas, yo me había defendido y había hecho que Fabian, el Bully por excelencia del colegio se cagara en sus pantalones, tras esto empecé a ver como mi hermana me regañaba, pero no entendia nada, me sentia desesperado, agobiado, entonces recogí las bragas de mi hermana, esas con las que Fabian me habia humillado, y se las puse en sus manos.
Yo: son tuyas… Fabian las trajo, me las metió en la boca, tienen los lechazos que Ignacio te metio en el auto.
esto último no lo dije a viva voz, pero de seguro que ella me escucho, por que su cara cambio, no vio las bragas, vio mi cara, y su cara cambió, tras esto ella me trato de detener, ella quería hablar conmigo, después de semanas, quería hablar, más yo no, la empuje cayendo ella al suelo de culo y yo arranque, dejando a mi hermana sentada en el suelo y a fabián siendo el hazme reír de todo el colegio, por fin me había defendido, y salí corriendo como un cobarde.
escape del colegio ante la mirada de todos, y me fui a casa, pero no entre en esta, fui a caminar por el campo, llorando de impotencia, no entendía nada de lo que me pasaba, caminando llega hasta el cobijo de una gran higuera junto a un riachuelo, ahí luego de lavarme la cara y refrescarme un tanto me senté y tras unos momentos pensando en nada sentí la voz de Don Alonso.
Don Alonso: eh! muchacho! que carajo haces aqui? tu madre y tu hermana te están buscando, hasta fueron a la policía
yo: eeh… es que me he peleado en el colegio…
Don Alonso: hasta que te defendiste!! según dicen en la taberna el mocoso malcriado hasta se cago del susto!! jajajajajaja mucho ya lo dice el refrán “tanto va el cántaro al agua que al final se rompe” yo ya había hablado con tu madre de que eso de contenerte terminaria mal.. ya está, de pie, yo te ire a dejar a tu casa
y asi fue como Don Alonso fue quizas el primero en darme apoyo moral tras la cagada que me habia mandado, aunque bueno, la cagada se la mando el otro literalmente, en el camino que fueron unos 15 minutos a paso lento, escuche sus palabras respecto al respetarse uno mismo y marcar limites con otros, ya en casa mi madre me abrazo llorando, mi hermana me miro y me abrazo pero tras esto fue a su pieza, se notaba que no la estaba pasando bien, pero a mi cabeza solo venia el como la empotraron en esa habitacion mientras ella llamaba a ese idiota por el apodo que me habia dado.
mi madre no hizo más que consolarme, no me regañaron ni castigaron, me dijo que por unos dias tendria que quedarme en casa, pues me habian suspendido por lo que hice, mi madre me dijo que Don Alonso había hablado a mi favor, y que era justo que me defendiera, que el mundo no es un lugar benévolo, y que me tengo que defender, pero asi mismo tengo que aprender a medir mi fuerza y las consecuencias de mis acciones, tras la charla me envió a la cama, de camino quise pasar a hablar con mi hermana, toque a su puerta pero ella no me contesto, yo quería arreglar las cosas, así que diciendo “permiso Sofi” entre… ella se arropo rápidamente en su cama
Sofía: que pa… qué pasa grand…
no termino la palabra, ambos sabíamos que pasaba, que teníamos que hablar, pero ahí nos quedamos, yo parado en la puerta y ella arropada en su cama con la luz del velador encendida, a mi mente venían los momentos cuando se la estaba follando ese imbécil, que gusto de mierda el de mi hermana, el pelotudo mas insoportable que podía haber, y ella lo elige para que la empotre a pijazos, y solo con esos recuerdos mi verga comenzaba a tomar tamaño bajo mi buzo, su mirada se fue a mi entrepierna, se estaba dando cuenta de mi erección y yo no atinaba a taparme, de pronto sentí la voz de mi madre acercándose y por esas reacciones que no tienen explicación me metí en la cama de mi hermana y la abrace por la espalda fuerte escondiendo mi cara entre su pelo
Sofi: ¿qué haces? mamá nos va a regañar! vete a tu cuart…
lo que me decía en susurros se detuvo cuando por reflejo yo apreté mi pelvis contra su culo, y mi erección se incrusto entre sus nalgas, aun no me percataba que ella estaba desnuda, la punteada que le puse de manera inconsciente le cortó el habla justo cuando mi madre hablo.
Marta: hija, ¿estás despierta aún?
Sofia: eeh… mami, disculpa, es… es que me había quedado dormida con la luz prendida
Marta: bueno, descansa tesoro, y apaga la luz, yo voy a estar en el living hablando con Don Alonso.
y acto seguido mi madre cerro la puerta y mis manos comenzaron a palpar el desnudo cuerpo de mi hermana, quien comenzaba a respirar agitadamente, yo palpaba cada centimetro de manera meticulosa, temeroso de apretar muy fuerte, Sofia tomaba mis manos, pero no se resistia, su respiracion se hacia mas fuerte, de pronto una de sus manos fue hacia su entre pierna para tapar su vulva, y “protegerse” de mi verga dura que se movia de manera automata en vayven, el aroma de su cabello y me hacia dejar todo lo “correcto” de lado, su respiracion, el calor de su cuerpo y mis hormonas dando batalla y arrasando con cualquier atisbo de razon en mi, de pronto mi hermana comenzo a masajear la cabeza de mi verga entre sus piernas y hundio su cara en la almohada mientras decia “para, esto esta mal, no puedo, no puedo” sus dedos en mi verga a traves del pantalon me ponian bruto y embestia mas fuerte, hasta que de pronto ella se dio vuelta y todo se detuvo de golpe, paro mis manos con toda su fuerza y con la luz que la lamparita nos daba pude ver su cara, hoy se que era pasion pura, que ella tenia mas fuerza de voluntad que yo, aunque creo que si no hubiese estado mi madre en el living, otro seria el final de esa noche.
Sofia: detente!! no podemos, no puedes, esta mal… ¡Esto está muy mal hermano! ¡Somos hermanos! y todo fue mi culpa! yo no tendría que portarme como una puta, menos contigo en casa, menos contigo en mi cama! si mi madre se entera no me hablaría nunca más
y poco a poco sus ojos se llenaron de lágrimas, y esto apaciguó mis hormonas, reaccione abrazandola y disculpandome, diciendo que no sabia por que habia hecho eso, sintiéndome culpable por ver a mi hermana así, por haber visto cómo follaba, y por haberme excitado en ese momento
Sofia: calla hermanito snif… snif… aún hay mucho que no entiendes mi grandulón…
Yo: no me di….
Sofia: tu eres y seras mi Grandulon tonto! Perdóname por lo que hice, pero no me hagas decirte de otra forma, eres mi gigante, mi grandulón, y te amo con todo mi ser, no quise hacerte daño.
Yo: esta bi… bien, está bien Sofi, dime como quieras…
con resignación salieron esas palabras de mi boca, no quería verla llorar ni sufrir, ya todo el libido se había esfumado, aun cuando tenía su caliente cuerpo desnudo abrazado.
Sofi: creo que será mejor que te vayas a tu pieza… yo aun estoy desnuda y lo que hicimos está mal…
acurrucada en mi pecho me decía esto mientras se llevaba a su nariz la mano con la cual masajeaba mi vierga hace unos instantes, su voz sutilmente cambiaba de tono mientras me pedía
Sofi: por favor mi grandulón…. mmmhh… vete a tu pieza, te lo rueg… te lo ruego
yo estúpidamente me salí de la cama y me dirigí hacia mi pieza en el mayor silencio posible, no quería que mi madre me sorprendiera y reprendiera, afortunadamente el pasillo era oscuro y la luz del living me protegería de ser descubierto, pero poco les importaba o preocupaba eso a Don Alonso y a mi madre, Don Alonso le comía la boca a mi madre con ansias mientras sus manos amasaban sus nalgas con la falda a medio subir.
Marta: ¡no seas tan brusco! ten cuidado…
Don Alonso: te dije que no me calentaras, pero tenias que jugar a la putita ¿cierto? ahora te haces cargo de esto
le decía mientras tomaba la mano de mi madre y la dirigía hacia su bulto.
mi madre miro hacia el pasillo, no se como no me vio en ese momento, luego entenderia que era debido a que no tenia sus lentes puestos, durante el dia ella tenia una vista perfecta, pero en la noche le costaba un tanto ver, por lo mismo odiaba conducir de noche, pero volvamos a los hechos que me marcaron, hace poco presenciaba como mi hermana se entregaba a un imbecil, recien estuve a punto de caer en el incesto con mi misma hermana, y ahora esto, Don Alonso, el Administrador del campo se estaba dando un festin con mi madre, y al parecer todo gracias a que mi madre, la mujer correcta y quien muchos tenian como una bruja frijida por su temperamento y actitud, le dio pie para ello.
Marta: ven aquí, los niños han de estar dormidos, y este sillón suena mucho gracias a nuestras reuniones
¿que? ¿cuantas veces ya habían cogido en mi casa? ¿Hace cuanto tiempo mi madre era pareja sexual de Don Alonso? preguntas de esta indole invadieron mi mente, pero nuevamente mis hormonas me empujaban a ver que pasaba, por lo mismo me movi cuanto pude para ver que pasaba, sabia bien lo que pasaba, pero ese afan voyerista de la adolescencia que esta abriendose a un mundo de morbo, sexo y mas aun, cuando el primer amor de todo hombre, su madre, es la que esta a punto de ser ensartada por un hombre, y en este caso un hombre que no era mi padre, que ya un buen par de años llevaba bajo tierra, hace poco era mi hermana, ahora mi madre… gracias a dios la abuela estaba muerta, quizás con que me hubiese sorprendido.
me movi cautelosamente hacia un lado y encontré el lugar perfecto, el ángulo ideal, la luz era la necesaria para yo poder ver y mantenerme oculto, mi madre se montó sobre Don Alonso, mientras este manoseaba ese culo redondo y grande, sus muslos proporcionales a su culo brillaban con la luz encendida, las ásperas y morenas manos de Don Alonso amasaban esos cachetes y tras una movida de mi madre al sacar la pija del administrador, este último hizo el calzon de mi madre a un lado y esta se dejó caer sobre la erecta pija, clavándosela de una, y luego de un suspiro al sentirse llena, volvió a subir, y pude ver como la pija de Don Alonso brillaba gracias a los jugos vaginales de mi madre.
Don Alonso: que mojadita que estabas martita, que placer me estas dando mi amor
Marta: calla alonso, habla más bajo, si quieres que te mande con esos huevos vacios a tu casa, no metas bulla, que no quiero correr riesgos
Don Alonso: con el grosor de las paredes de esta casa ni con un elefante despiertan tus hijos Martita, ahora ven aquí, que me quiero comer esa boquita
mis oídos aislaron todo ruido, y solo escuchaba sus bocas, la saliva, las lenguas, y como sus ropas sonaban en los movimientos que mi madre hacía sobre Don Alonso para darse placer así misma y darle placer a destajo al viejo, la luz era la necesaria para ver cómodamente como las nalgas de mi madre se movían, ahí es cuando vi a mi madre como una hembra, y mi primer paso para entender que son necesidades, que somos humanos y necesitamos desarrollarnos sexualmente, jamás nunca reprimirnos.
mi madre contenía sus gemidos lo que más podía, quizás por miedo a causar ruido y despertarnos, Don Alonso mientras amasaba esas grandes y deliciosas nalgas emitía uno que otro bufido cuando levantaba sus caderas para darle una ensartada de pija a mi progenitora, quien poco a poco desabrocho su blusa para dejarle un buffet de ubres al viejo, y este ni corto ni perezoso se arrojó a comer, así continuaron mientras yo metia la mano dentro de mi pantalón y me comenzaba a amasar la pija ya dura en una lenta paja en honor a esa hembra que descubría aquella noche, mi madre.
mi excitación crecía a cada salto que el culo de mi madre daba sobre la pija del viejo Alonso, quien al poco tiempo le pidió cambiar posición a mi madre, quedando esta apoyada en el sillon con sus piernas totalmente estiradas y abiertas, formando un arco, como si de una letra A se tratase, y la punta era ese gran culo, el cual era sujetado por dos pilares de mármol tallado, pues las gruesas piernas de mi madre eso eran, unos firmes y gruesos pilares, tras dos o tres pinceladas que el viejo dio con su pija comenzó a bombear, vi como mi madre hundió su cara en un cojín mientras el viejo a lo bestia comenzaba a darle pijazos los cuales poco a poco eran más bruscos, hasta que termino queriendo entrar completo en la conchita de mi madre.
Alonso: ¡aaaaay!! martita querida, como me chupa tu concha mi yeguita en celo…
entre jadeos y con la cara roja mi madre respondió
Marta: cállate por favor, no hables así en la casa, sabes que no me gusta, tenemos un lugar para esto, el trato es ese
Alonso: si, tienes razón, disculpa, pero es que este hermoso culo no me deja muchas neuronas para responder adecuadamente jajajajajaja
mi madre apoyó sus rodillas sobre el sofá y vi claramente como sus jugos saltaban de su conchita, era una mezcla de sus jugos y la corrida que Don Alonso le había dejado bien puesta, su culo daba pequeños saltitos gracias al orgasmo que estaba terminando de sentir, Don Alonso admiraba y acariciaba su culo con una mano, cuando de pronto empezó a meter dos dedos en la conchita mojada de mi madre, y con la otra mano empezó a masajear su clítoris, poco a poco y por lo que podía ver, comenzo a meter su cabeza entre las nalgas, era claro que le estaba comiendo el culo, yo que recien me estaba abriendo a este mundo, poco entendía con esta forma tan explícita y sobre todo por que la figura maternal y “santa” de mi madre aun prevalencia.
Marta: CABRON! TE HE DICHO QUE… QUE… ¡AAAAAH!... OOOOH!!
Las chupadas que daba el viejo mientras acariciaba el clítoris y ultrajaba la conchita ahora con sus dedos, se escuchaban perfectamente, o al menos eso creía, pues mi atención estaba al 100% en eso. mi madre se tapó la cabeza con el mismo cojín donde momentos antes la había hundido para gemir tranquilamente.
sus gemidos se podían escuchar, igual que la boca del viejo chupando el ojete de mi madre, hasta que ella dijo
Marta: sigue! ¡Ahí viene! ¡Ahí viene!
y su concha comenzó a soltar jugos como un grifo suelta agua a presión, el viejo baño su cara con estos jugos y los recibió a boca abierta, tras esto el se sentó cansado sobre la mesita del living aun con los pantalones abajo y mi madre cayó sobre el mismo sillón acomodando sus ropas como podia despues de semejante descarga de placer, yo aun con la pija parada me fui a mi pieza en silencio, mas cuando pase afuera de la pieza de mi hermana, me di cuenta que ella cerraba su puerta, y claramente la vi, de hecho nos vimos a los ojos antes de que yo cerrara mi puerta.
la paja que me clavé esa noche terminó por dejar las sábanas hechas un lío, por lo cual termine sacándolas para dormir cómodamente y no despertar pegoteado, al día siguiente vería como le hacia para meterlas a lavar sin que se dieran cuenta.
tras estos hechos al dia siguiente desperte, habia dormido totalmente relajado, estaba conociendo los placeres de tener un orgasmo antes de dormir, más cuando desperté y vi que no estaban las sábanas no sabía como enfrentar a mi madre, por que estaba seguro que ella las había sacado de mi pieza, eso era algo típico de ella, el sacar nuestra ropa sucia y ponerla en la lavadora, ya me podía imaginar su cara al verlas todas pegoteadas,¿cómo explicaría esto?
al salir de mi pieza escuche a mi madre hablar con mi hermana, esta se despedida y partió a hacer trámites para su ingreso a la universidad, entonces mi madre soltó la primera bomba a mis oídos
Marta: ¡despertó mi campeón!... hijo, ve a tomar desayuno, que tenemos que hablar.
Autor: Tebanalterno
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