La
cuarentena cambió mi vida. Conocí mi lado incestuoso, y como si fuera poco,
también despertó mi homo-curiosidad. Todo esto por la misma persona.
Tuve
que dejar de ver a mis amigos de la universidad y apostar por juntarme con
gente de mi ciudad, ex compañeros del colegio principalmente. Aun así, pocos de
ellos son verdaderamente mis amigos, tal es el caso de Benjamín, con quien
somos compañeros desde el colegio y con quien además juego futbol desde que se
abrieron las canchas. Él es el único que siempre está en la ciudad. No estudia,
trabaja haciendo clase en un gimnasio y con ello le ha alcanzado para ya
tener su segundo auto recién a los 21 años. Habiendo mencionado su trabajo, de
más está decir que tiene un cuerpo muy musculoso. Había empezado a ejercitarse
cuando aún estábamos en el colegio y de ahí nunca más paró. Tenía una espalda
ancha y marcada. Lo mismo con sus brazos, con los cuales había logrado competir
en torneos de pesas y salir segundo o tercero. Además, es guapo de cara, en
fin, un hombre muy atractivo para cualquier mujer. Aun así, no es para nada un
tipo engreído, pesado o fanfarrón. Me lleva y me trae cuando jugamos a la
pelota, ya que la cancha queda al otro lado de la ciudad. Compartimos risas, a
veces viajamos en silencio, u otras veces conversamos de algún tema en
particular. Un muchacho con el que, a pesar de no pasarla demasiado bien, como
con un amigo, si se podía pasar un rato agradable.
Por
eso, cuando un día después de un partido, me preguntó si estaba dispuesto a que
saliéramos más seguido o que hiciéramos otra cosa, como por ejemplo ir al río a
fumar marihuana, me costó decirle que no. Me dijo quería pasar más tiempo con
gente ya que tampoco tiene muchos más amigos y como tiene mucho tiempo entre
alumnos se aburre, además de que la cuarentena de la cual recién habíamos salido
había sido excesivamente larga. Es por ello q suele invitarme a salir. Una vez fuimos
al río y en otra ocasión nos juntamos con algunos amigos de él y unos ex
compañeros, más que eso no mucho.
Después
comencé a responderle que mejor viniese a mi casa, que aquí podemos fumar unos
caños o jugar play, cosas que me quitan menos tiempo, del cual no dispongo
mucho pues soy estudiante. Así es como
se conoció con mi madre. La primera vez fue en abril, como hace dos
meses. Era un sábado, tenía tiempo así que planeamos ir al gym en la mañana. Me
iba a ayudar a ponerme en forma, enseñarme algunos ejercicios y todo eso ya que
yo soy flaco y tengo poca fuerza.
Llegó
muy temprano, yo aún estaba profundamente dormido por lo que no escuché el
timbre. Mi mamá se levantó a abrirle pues mi papá, que se había emborrachado la
noche anterior, tampoco escuchó el timbre. Benja nunca había ido a mi casa, así
que mi mamá no sabía quién era, y sumándole que recién abría los ojos, quedó
muy confundida cuando preguntó por mí un muchacho que no parecía de mi edad y
que, además, portaba una sudadera sin mangas, en pleno abril y a las 8 de la
mañana, casi como una demostración de hombría. Aun así, yo creo que más
confundido quedó él cuando mi mamá le abrió la puerta. Resulta que mi madre
(vamos a llamarla Andrea) es, por sobre todas las cosas, una mujer muy tetona.
Claro, para mi es la mejor mama del mundo, es inteligente, tierna, muchas cosas,
pero para el resto de las personas, es especialmente eso. En la calle y en el
trabajo, para los hombres en la micro, para los vecinos, hasta para mis primos
y tíos, es una mujerón, una tetona para entretener la vista y empalmarse. Tiene
45 años, por lo que obviamente no tiene la figura de una modelo, sin embargo,
tiene casi todo en su lugar. He visto fotos de cuando era joven y la verdad es
que siempre fue muy voluptuosa y atractiva (me imagino como tuvo que haber sido
su vida sexual en el colegio o en la universidad cuando vivía sola). Una
adolescente de 17 año, caderona y de buenas tetas, de aproximadamente 1,68,
delgada, de buenos muslos y con un culito parado y redondo que debe haber sido
el anhelo de todo el barrio. Sin embargo, con la lactancia mía y de mi hermano
menor, sus pechos terminaron por ser prácticamente imposibles de ocultar,
siendo lo que más llama la atención de los hombres cuando la tienen cerca.
Foto sacada de álbum de fotos familiar. En el patio de la casa, 2011. Mamá con unos 35 años.
Mamá
suele dormir -cuando aún no hace mucho frío- con una sencilla bombacha vieja y
con una polera cómoda que le regalamos para el día de la madre o sino con
alguna que yo le paso cuando la otra se está lavando, lo importante es que sea
larga y ancha. Para mala suerte (o quizás buena), esos días estuvo durmiendo
con una polera blanca que era mía, la cual es muy larga llegándole hasta un
poco arriba de las rodillas, pero no muy ancha, ya que yo soy muy delgado. Es
por ello que la polera hacía notar mucho más sus tetas que la otra polera. Al
menos eso fue lo primero que yo noté cuando abrió la puerta de mi pieza para
decirme que me buscaban. En realidad, yo no solía mirar a mi mama morbosamente,
pero ese día me llamo la atención, porque con el frío y el color de la polera
se marcaban mucho sus pezones y se alcanzaba a ver la aureola alrededor de
ellos. Esa fue una de las razones claves por las que empecé a idear en mi
imaginación este triángulo amoroso entre Benjamín, Andrea y yo. Pensar que
Benja también había visto los pezones de mamá. Esos pezones duros, como
queriendo llamar la atención. Con su aureola de tamaño perfecto. ¡Ah! Me retorcía
el estómago. Una mezcla de morbo y celos.
-Hey Carlos!!! ¿cómo no te levantas a
abrir la puerta si es a ti a quien buscan? - entró rápidamente, tanto que sus
pechos se sacudieron.
Odio
cuando mi mamá exagera y levanta su voz usando ese tono regañador que me saca
de quicio y me ha llevado a insultarla en voz baja tantas otras veces.
- Estaba durmiendo mamá, no escuche- dije
un poco molesto intentando conservar algo de dignidad ante Benja que estaba
parado justo detrás de ella viendo como me encaraba.
-Pasa no más-le dijo mi madre a Benjamín-
¿a qué hora más o menos llegas? ¿no vas a tomar desayuno antes? ¿te hago unos
huevos? - su instinto maternal me avalanchó de preguntas.
Perra de
mierda ahora te haces la amable, pensé irracional e irrespetuosamente.
- No tranquila mamá, como después. Llego
como a las 12 yo creo, ¿o no? - me dirigí a Benja.
-Si más o menos, por ahí. Quizás antes.
-Okey- dijo mi madre- que les vaya bien,
no se vayan a quebrar- dijo en un tono materno y juguetón, intentando disipar
la tensión.
Pseudo
Reímos y se fue a acostar de nuevo.
Como
dije, Benja andaba con una sudadera sin mangas y un pantalón gris de buzo para
hacer ejercicio, con el que -no sé si por una erección que intentaba disimular
o porque la tiene muy grande- se le notaba un gran bulto. Fue lo primero que ví
cuando entró y se sentó al borde de mi cama para saludarme. Me di un gran
estirón para despertar un poco y me levanté rápidamente de la cama.
-Menos mal que ya se fue tu mamá- dijo
refiriéndose a mi.
Se
asomaba una gran erección que levantaba notoriamente del pantalón de pijama que
llevaba puesto. Me dio mucha vergüenza, más que excitación tenía el pene parado
porque así sucede cuando me despierto y no lo había tenido en cuenta. Dije lo
primero que se me ocurrió.
-Pero sí ya te vio el paquete a ti jajaja-
refiriéndome al bulto que llevaba.
Me dio
aún más vergüenza, no podía creer lo que había dicho. Probablemente no teníamos
tanta confianza. O quizás era solo yo que me había fijado en su pene
instintivamente y no era como para comentarlo.
-jajaja cámbiate rápido para que nos
vayamos mejor será.
Qué
alivio sentí cuando me respondió relajado, sin tomarle importancia. Creo que
fue uno de los pilares para después atreverme a avanzar en ciertas direcciones
más peligrosas.
En el
camino y en el gimnasio no me pude sacar de la vista, ni de la mente, como se
le marcaba en el pantalón. Lanzaba miradas rápidas. Una sola vez tuve contacto
con otro pene, incluso lo masturbé un poco, fue con un amigo mirando a lana
rhoades en mi pieza, pero no me quedó gustando, ni tampoco se me grabó en la
mente como el de Benjamín. Y eso que ni lo había visto. Solo su figura. Estirándose
hacia un lado. Lamentablemente no pude matar mi curiosidad pues las duchas
no estaban disponibles y tuvimos que irnos a nuestras casas a asearnos. Además,
me quedó la sensación de que Benja no le había dado mayor importancia a mi
madre y su encuentro en la mañana pues no me hizo ningún comentario al
respecto. Al parecer todo era rollo mío, y necesitaba expulsarlo con una gran
paja cuando llegase a casa.
Ese día
empecé a prestarle mucha más atención que antes a mamá, aunque también estuve
mucho más incómodo en su presencia. Cuando volví no se había vestido aún. Me
sirvió amablemente el desayuno, tal como se había levantado en la mañana,
Pantuflas, las piernas desde la mitad de sus muslos hacia abajo descubiertas,
un moño estilo tomate, y esas hermosas tetas de aureolas rojizas sacudiéndose a
cada movimiento, claro que sin los pezones en punta (¿había sido el frío o
también le atrajo el bulto de Benjamín cuando lo recibió?). Al almuerzo se
cambió, pero con cualquier prenda destacaban. Se puso unos jeans común y
corrientes con un sweater similar al que llevaba en la foto que adjunté al
relato. La verdad yo siempre supe que
mamá tenía unas tetas de fantasía, pero nunca me había calentado pensando en
eso y no sé exactamente qué fue lo que cambió
Mientras
comíamos todos juntos le comentó al resto de la familia lo de la mañana.
- Qué vergüenza. En la mañana vino un
amigo de Carlitos y yo lo recibí en pijama, toda despeinada y recién despertada.
Tenía tanto sueño que no atine ni a ponerme pantuflas, salí tal cual estaba
durmiendo. Yo creo que es momento de que saque el pijama de invierno jajajaja.
La
verdad es que el pijama de invierno es solamente una polera manga larga normal
y un pantalón de una tela bastante delgada para ser supuestamente de invierno,
con el que se le marca más el culo y de hecho se ve mucho más sexy.
- Cual es el Benja? Pregunto mi hermano
chico- ¿Uno de lentes?
- Nooo! jajaja Uno bien grandote-
dijo mi mamá inmediatamente, antes de que yo pudiese contestar-
- Uno con el que juego futbol- le dije a
mi hermano. Compañero del colegio…
- Parece que fuese tu profesor hijo jajaja-
dijo mi madre en un tono un poco burlón- no sabía porque golpeaba la puerta un
hombre así, nunca lo había visto contigo.
Claro, ¿yo
soy un niño, pero el si es un hombre para ti cierto? Pensé.
- ¿Por qué no me despertaste a mí para
abrir? ¿Cómo saliste casi en bolas a atender la puerta? -dijo mi papa un poco molesto y celoso por el
“exhibicionismo” de mí madre.
-Ay que estúpido, no seas exagerado.
Además, aún estabas borracho. No hubieras despertado ni con un piano en la
cabeza.
-Si papá- intervine- nada que ver, estas
exagerando.
Nada
que ver, excepto por las magníficas tetas de una cuarentona de pezones duros,
amenazando con atravesar la camiseta, apuntando a un veinteañero de
grandes músculos y notable bulto, solamente tensión sexual en mí imaginación,
papá.
Esa noche tendría que saciarme, lo tenía
claro. Debía sacarme de la cabeza las tetas de Andrea, sus aureolas tras esa
polera blanca de adolescente. Dejar de pensar en el comentario que le hice a Benja
y también en su pene reposando en su muslo, marcándose en ese pantalón gris
¿Había notado también el par de tetas de mi madre cuando la vio? era
imposible que no, si hasta yo que soy su hijo no había podido dejar de pensar
en ella. ¿Que habrá pensado mi madre de Benja? no creo que sea la única mujer
en el mundo que no se siente atraída, aunque sea un poquito, por un joven
musculoso ¿se podrá llegar a calentar con alguien veinte años menor que ella?
No alguien cualquiera, sino que el amigo de su hijo. Un veinteañero con la
energía de un toro, desbordante de testosterona, ¿será el tipo de hombres
que le gustaba cogerse antes de mi papa? ¿le habrá mirado el pene? ¿se le habrá
guardado el bulto de Benja en la mente como a mí? ¿podría mi mama ser una hembra
deseosa por un pedazo de verga? Claro, conmigo y mi hermano es maternal y
tierna, pero ¿cómo era en verdad con otros hombres? ¿qué intenta transmitirles?
Pensar que Benja estaba empalmado por mi mama y que ella tenía los pezones
duros por el me hizo tener una erección insostenible, insostenible al menos
para estar sentado almorzando con mi familia.
A la noche llegué apenas. Quería tener una
paja especial, digna de lo excitado que había estado. Busque contenido distinto
al que cualquier otro día hubiese buscado. Busqué relatos de historias que
fuesen similares a la mía. Imaginé historias entre Benja y mamá. Pensé en lo
que dijo en la mesa acerca de qué parecía mi profesor, ¡qué comentario más
provocador! o sea qué si hubiese sido mi profesor qué? ¿se te hubiesen
endurecido más los pezones? ¿Te quedarías después de las reuniones a conversar
con él sobre mis notas? ¿Y qué tal si fuese el profe qué se monta a mí mama? el
dueño de ese cuerpo, el dueño de esas tetas, ¿podría mi mamá, mi dulce y
querida mama, llegar a ser así de perra?
Quería
conocer su faceta de mujer y no de madre. La faceta seductora y seducida, la caliente.
La que gime y hace gemir. La que se deja dominar por un buen macho, no como
ella domina al fracasado de mi padre. La que deja el disfraz de madre leona y
se coloca el de gatita sumisa. La que suplica por una buena verga ¿Cuántos te habrán tocado? ¿Cuántos tuvieron el placer de ver esas tetas
rebotar? ¿De probar ese culito que sobaba cuando dormía contigo y te abrazaba inocentemente?
De hacerte gemir, de verte radiante.
Eyaculé manchando las sábanas, el piso y el velador.
Pero no estaba satisfecho. Se había abierto una parte de mí que tenía mucho
espacio por llenar. Había encontrado una figura entorno a la cual yacían miles
de fantasías, misterios, pensamientos morbosos y estaba en mi propia casa.
Necesitaba hacer algo.
FríaSelva
Queridos
lectores por favor reciban con entusiasmo el primer relato de nuestro estimado
amigo “FríaSelva”. Ojalá que los comentarios de los lectores te estimulen a
seguir escribiendo.
Gus Becker
Exelente segui asi abrasos mios gasty
ResponderEliminargracias gasty
EliminarWow, se necesita parte 2 y el folladon que le meta el amigo a mamá y le destroce el culo. Solo digo jajaja. Pero sea como sea se ve que estará bastante bien
ResponderEliminarjajaja ojala sea tan perra como para prestar el culo, saludos
EliminarCaliente relato, felicitaciones
ResponderEliminargracias amigo
EliminarExcelente relato, espero la continuacion
ResponderEliminarmuy muy bueno
ResponderEliminarEstupendo, me hizo acordar a mi madre morena.
ResponderEliminarno lo he leido, pero puede ser jajajaj, gracias
EliminarQue buen relato , merece una continuación a la brevedad , que la esperamos todos . Particularmente me gustaría que el protagonista participara el directamente con la madre en situaciones eróticas o directamente sexuales en la continuación del relato , básicamente que focara su vista e impulsos libidinosos exclusivamente en su madre ( mucho más teniendo en cuenta que tiene la suerte de que ella tenga esos atributos , que en mi opinión son los que más me gustan y me atraen en el físico de una mujer , prefiero muchísimo más la delantera que la trasera ) y no que se fijara tanto en lo que se destaca en el cuerpo de su amigo . Nota 10 ese Relato . Aguardando ansioso la continuación . Saludos . PD: disculpen que me extienda tanto en los comentarios , procuraré ser más corto en los mismos , aunque prefiero ser larguero .
ResponderEliminarMe gustó mucho el relato y es verdad que en algunas partes se parece al de Morena. Espero con ansias saber como sigue. Bienvenido Selvafria.
ResponderEliminartiene un aire a MORENA y me encanta
ResponderEliminarFelicidades por el relato!!! es una buena base para desarrollar un sin fin de situaciones,está historia da para mucho, espero la continuación
ResponderEliminarSalieris con cada relato sube la calidad, la verdad que Gus tuvo una muy buena idea.
ResponderEliminarFriaselva muy buen relato, mis felicitaciones, es verdad que por momentos se parecía a Morena, pero es una excelente historia, espero que la continuación no tarde en llegar.
Gran relato esperando la continuacion
ResponderEliminarMe ha encantado, enhorabuena Friaselva
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