Apenas empezaba todo la locura del Covid hace un año. Llegué como cualquier otro día a trabajar a la fábrica. Nos regresaron a todos a casa. Dios, se sintió tan bien cuando supe que me pagarían mínimo 2 semanas sin ir a trabajar. Eran las 9 de la noche, normalmente entraba a las 7 y salía a las 7 de la mañana. Un turno de 12 horas. Llegué a mi casa, muy silencioso. Mi madre seguramente había llegado ya del gym, no quería despertarla. Subí a mi habitación… y en el proceso, vi una playera de hombre tirada junto a unos zapatos en el pasillo. La puerta de mi madre estaba abierta y la luz prendida. Pude escuchar voces viniendo de ahí. Mi mente instantáneamente se movió a pensar en que, quizá, alguien del gym la había acompañado a casa y ahora estaban compartiendo cama. Mi pene durísimo, pensar en mi madre siempre me hacía sentir excitado… 7 años soltera, una mujer con un cuerpo tan hermoso. Era lógico que tenía sexo, debía tener sexo seguido, pero nunca pensé que lo hiciera en la casa. Tení...
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